NUEVA PROPUESTA:


POEMAS FELICES

martes, 29 de septiembre de 2009

EL BOSQUE- Un plagio Alfred Elton Van Vogt





El Bosque

Hacía años que el hombre había abandonado el planeta, el bosque tenía una vaga memoria de él. La imagen se avivó cuando la pesada nave surcó el cielo. Tuvo plena conciencia que algo malo iba a pasarle, pero el recuerdo no se presentó de inmediato, recién cuando las primeras ramas se quebraron y el fuego de la nave comenzó el incendio, supo que el cohete ya había estado en él.
Tras años de crecimiento y aprendizaje, comenzó a apagar el incendio, hizo fluir cantidades enormes de sabia y controló la cicatriz ígnea de más de tres kilómetros de longitud, hasta el lugar en que la nave se detuvo
Su rabia fue en aumento y deseó aplastar a su agresor. Desarrolló raíces y ramas, para atraparla desde arriba y abajo, aumentó el tamaño de sus troncos estiró ramas; comenzó a encerrarla y a aplastar el duro metal.
La nave escupió fuego en todas direcciones, quemó y destruyó hasta más de cincuenta metros a su alrededor, el bosque enceguecido de rabia, miedo y dolor, empleó todas sus fuerzas en apagar y curar su cuerpo dañado.
Supo que hacer, en lo más profundo de sus raíces encontró una partícula, de un mineral impuro, la tomó y la hizo circular con su sabia, esta se unió a otra y a otra, en poco tiempo toneladas de mineral se fueron acumulando en torno a la nave. Las escotillas se abrieron y los hombres con rajes y escafandras salieron con sus enormes aspiradoras y en unas horas se llevaron su precioso cargamento de uranio 235.
Feliz de verse libre del intruso, acumuló el material brillante para tenerlo en reserva para cuando el mal regresara, el resultado fue previsible. Un a nube en forma de hongo destruyo una vasta zona de él mismo, y comprendió.
En su crecimiento sin límites, se encontró con un bosque que, al igual que él se estaba expandiendo, la lucha de raíces troncos y ramas, duró años. Hoy se encontraban en una tensa paz vigilante. Lo mismo le ocurrió cuando creció en sentido contrario y con otros bosques tuvo que luchar para conquistar nuevos territorios. Ahora sabía lo que tenía que hacer, en la frontera con el otro bosque acumuló aquel mineral y la explosión causó la destrucción de la línea de defensa, la colonizó y avanzó hasta encontrar una nueva resistencia, una nueva explosión le abrió el camino, continuó creciendo hasta que llegó al centro sensitivo del otro y lo destruyó por completo.
Entonces dirigió su ofensiva hacia el bosque de la otra frontera, repitió la explosión y avanzó, encontró resistencia y antes que pudiera acumular suficiente mineral un hongo de humo y fuego lo atacó. La explosión atómica del otro bosque, no la esperaba. Lucharon con explosiones atómicas hasta quedar casi destruidos los dos.
Sus victorias actuales se limitaban a rodear las naves de los hombres con el material brillante para librarse del agresor.

3 comentarios:

Fernando Terreno dijo...

Muy lindo y escalofriante. El principio está impecable (con adjetivo uruguayo y todo).
¿Cómo se llamaba el cuento de Don Van Vogt?
Un abrazo

MISS MARPLE dijo...

TordO:

Leí este hermoso cuento en seguida que lo publicastey pido disculpas por no haber comentado nada, pero tenía mis razones.
Hete aquí que me jacto de haber leído mucho y de que he disfrutado de la Ciencia Ficción a través de Ray Bradbury, Asimov y Clarke,así que quedé asombrada y hasta un poco avergonzada de no conocer este autor, que, ahora me entero,inspiró "Star Trek" y "Alien, el octavo pasajero".
Tal vez haya leído algún relato suyo, pero hace muchos años,pero no logro recordarlo.

Al final lo logré!!!encontré libros de este autor para bajar gratis.

http://www.librosgratisweb.com/autores/van-vogt-alfred-e.html

Gracias por permitirnos conocer este escritor, que, por lo poco que ya he leído ya, es capaz de captar el interés del lector ,inmediatamente.
Ya tengo en qué entretenerme por varios días: descubrir autores y libros nuevos para mí es una gran felicidad.

un abrazo

Goliardo dijo...

Tampoco conozco el original, pero este cuento es buenísimo. A estos árboles humanos habría que talarlos a todos, jajaja.
Seguiré el link de Marple, creo que tengo un autor por conocer, pero de momento, me basta con el que conocí recién. Un placer.